Una suave brillantina
de tez dorada
y frescor
anochece ante la luna
surcando mi fuerte ardor.
La móvil ondulación
de las aguas,
sin color,
se lanza sobre su brillo
y mueve el filo a un farol.
Dinámica sensación de rosados
bajo el negro,
que apuntan su fino arpón
al dolor de mis recuerdos.
Dinámica sensación
entre simples elementos:
el agua, la luz, el viento...
y este cercano regalo
del sol
cuando cede entre sus brincos
lo mejor de su cabello
para a la luna dar vuelo.